Durante el transcurso de la historia de
la humanidad, el arte ha tenido un papel relevante a través de sus múltiples expresiones
y manifestaciones en la construcción de la identidad personal y social.
Es así, como su relación con la realidad
que vive, suyas y ajenas, locales y globales, le permiten abrirse a nuevas
posibilidades guiadas por la creatividad, donde aprender arte significa jugar,
crear, interactuar y transformar.
Hemos heredado la definición que establece que el arte
es la producción de belleza, y la suplementaria que afirma que el arte imita la
naturaleza. Ninguna ha demostrado, sin embargo, ser realmente la adecuada (Tatarkiewicz,
2004).
El arte es un elemento educativo, un
elemento cultural y social sobre el que podemos cimentar la historia de los
diferente países, pueblos y culturas.
En la
cotidianidad escolar el arte ha contribuido a establecer la plataforma
pedagógica que soporte la educación en general y la educación artística en
particular.
Las artes han venido dinamizando la
educación, aunque a paso lento, pero avanzando desde diversas posturas que le
han permitido orientar la concepción del ser humano como persona creativa y
critica que promueve el cambio y la transformación personal y social,
Es así, como su relación con la realidad
que vive, suyas y ajenas, locales y globales, le permiten abrirse a nuevas
posibilidades guiadas por la creatividad, donde aprender arte significa jugar,
crear, interactuar y transformar.
Por Annet Sherwood
Referencias
Tatarkiewicz,
W. (2004). Historia de seis
ideas.
Madrid. Tecnos.
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